miércoles, 10 de agosto de 2016

Carta abierta. Que no nos engañen más


Aclarando, que es gerundio

HÉCTOR MUÑOZ. MÁLAGA
1º.     Éstas no son las famosas obras en urgencias del Carlos Haya. Es más, las obras de verdad han sido interrumpidas para emprender esta improvisada chapuza. Lo que están haciendo ahora no servirá en el futuro puesto que el proyecto original nada tiene que ver. Se ignora de dónde salen los fondos: puede suponerse que provienen del presupuesto inicial (229.430, 64 €), cofinanciado en un 80% por la UE.

Proyecto inicial de las obras

2º.     La repentina decisión se ha tomado sin contar con los profesionales de urgencias, al menos con la mayoría de ellos, que tuvieron las primeras noticias el pasado lunes, un día antes del comienzo. Es falso que haya existido consenso con estos, como afirma la Dirección del centro en declaraciones a La Opinión de Málaga.
3º.     Como consecuencia de una reforma que pretende ampliar y mejorar básicamente una sola dependencia (consulta de triaje o clasificación de pacientes), se están produciendo una serie de problemas que afectan seriamente la asistencia, ya de por sí deteriorada por la pésima gestión del equipo de Dirección:
                Las demoras se han disparado; a las 22 horas del miércoles 10 de agosto llegan a ser de seis horas para que un paciente pase a consulta médica desde su llegada.
                La separación de más de 50 metros entre la recepción y la zona de consultas dificulta ostensiblemente la comunicación entre profesionales, lo que entorpece definitivamente una atención sanitaria ya precaria de antemano.
                Los pacientes y el personal sanitario de la zona de consultas están soportando un ambiente cargado de polvo y ruidos derivados de la labor de los operarios, que trabajan en la reforma a escasos metros de la actividad asistencial.
4º.     A última hora del primer día de obras, la jefatura de urgencias del Hospital Civil no había sido informada del asunto, de lo que se deduce que no se ha previsto la posibilidad de descargar parte del peso asistencial en dicho servicio durante los tres días que —según la Dirección— van a durar los trabajos de remodelación. Asimismo, el personal del 061 y de equipos de urgencias extrahospitalarias afirman que no han sido avisados en ningún momento.

Andamios colocados en una de las fachadas del Hospital Carlos Haya.  /    La Opinión de Málaga

5º.     No es habitual que se emprendan obras en pleno mes de agosto, la misma semana en la que da comienzo la Feria de Málaga, y en el principal hospital de una de las ciudades más turísticas del mundo. Se producen, además, en un contexto muy concreto: las numerosas denuncias en los medios de comunicación y redes sociales sobre los graves recortes sanitarios de la Junta de Andalucía, conocidos desde hace años pero particularmente manifiestos durante este verano de 2016. Es preciso recordar que la promesa de remodelación arquitectónica del servicio de urgencias del hospital Carlos Haya de Málaga va camino de cumplir dos décadas de existencia.
6º.     Todo lo anterior da pie a pensar que una decisión tan improvisada, inoportuna y apresurada, tenga como finalidad primordial la de un golpe de efecto propagandístico, como respuesta desesperada a las críticas que, desde numerosos colectivos, está recibiendo el SAS por su deficiente gestión de la atención urgente en la provincia de Málaga y Andalucía en general. Llegados a este punto, es de esperar y desear que los trastornos ocasionados acaben dentro del plazo prometido, cuya fecha límite ha sido establecida el próximo viernes 12 de agosto de 2016.


Héctor Muñoz Maldonado, médico de urgencias del hospital Carlos Haya de Málaga.

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