Carta abierta. Que no nos engañen más
Aclarando, que es gerundio
HÉCTOR MUÑOZ.
MÁLAGA
Ante
las informaciones aparecidas en determinados medios de comunicación sobre las obras que actualmente se están llevando a cabo en el servicio de urgencias del hospital Carlos Haya, es preciso aclarar varios aspectos de interés:
1º.
Éstas
no son las famosas obras en urgencias del Carlos Haya. Es más, las obras de
verdad han sido interrumpidas para emprender esta improvisada chapuza. Lo que
están haciendo ahora no servirá en el futuro puesto que el proyecto original
nada tiene que ver. Se ignora de dónde salen los fondos: puede suponerse que
provienen del presupuesto inicial (229.430, 64 €), cofinanciado en un 80% por
la UE.
Proyecto inicial de las obras |
2º.
La
repentina decisión se ha tomado sin contar con los profesionales de urgencias,
al menos con la mayoría de ellos, que tuvieron las primeras noticias el pasado
lunes, un día antes del comienzo. Es falso que haya existido consenso con
estos, como afirma la Dirección del centro en declaraciones a La Opinión de Málaga.
3º.
Como
consecuencia de una reforma que pretende ampliar y mejorar básicamente una sola
dependencia (consulta de triaje o clasificación de pacientes), se están
produciendo una serie de problemas que afectan seriamente la asistencia, ya de
por sí deteriorada por la pésima gestión del equipo de Dirección:
–
Las
demoras se han disparado; a las 22 horas del miércoles 10 de agosto llegan a
ser de seis horas para que un paciente pase a consulta médica desde su llegada.
–
La
separación de más de 50 metros entre la recepción y la zona de consultas
dificulta ostensiblemente la comunicación entre profesionales, lo que entorpece
definitivamente una atención sanitaria ya precaria de antemano.
–
Los
pacientes y el personal sanitario de la zona de consultas están soportando un
ambiente cargado de polvo y ruidos derivados de la labor de los operarios, que
trabajan en la reforma a escasos metros de la actividad asistencial.
4º.
A
última hora del primer día de obras, la jefatura de urgencias del Hospital
Civil no había sido informada del asunto, de lo que se deduce que no se ha
previsto la posibilidad de descargar parte del peso asistencial en dicho
servicio durante los tres días que —según la Dirección— van a durar los
trabajos de remodelación. Asimismo, el personal del 061 y de equipos de
urgencias extrahospitalarias afirman que no han sido avisados en ningún
momento.
Andamios colocados en una de las fachadas del Hospital Carlos Haya. / La Opinión de Málaga |
5º.
No
es habitual que se emprendan obras en pleno mes de agosto, la misma semana en
la que da comienzo la Feria de Málaga, y en el principal hospital de una de las
ciudades más turísticas del mundo. Se producen, además, en un contexto muy
concreto: las numerosas denuncias en los medios de comunicación y redes
sociales sobre los graves recortes sanitarios de la Junta de Andalucía,
conocidos desde hace años pero particularmente manifiestos durante este verano
de 2016. Es preciso recordar que la promesa de remodelación arquitectónica del
servicio de urgencias del hospital Carlos Haya de Málaga va camino de cumplir
dos décadas de existencia.
6º.
Todo
lo anterior da pie a pensar que una decisión tan improvisada, inoportuna y
apresurada, tenga como finalidad primordial la de un golpe de efecto
propagandístico, como respuesta desesperada a las críticas que, desde numerosos
colectivos, está recibiendo el SAS por su deficiente gestión de la atención
urgente en la provincia de Málaga y Andalucía en general. Llegados a este
punto, es de esperar y desear que los trastornos ocasionados acaben dentro del
plazo prometido, cuya fecha límite ha sido establecida el próximo viernes 12 de
agosto de 2016.
Héctor
Muñoz Maldonado, médico de urgencias del hospital Carlos Haya de Málaga.
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